Voy a escribir, no sé cual será el límite, voy a escribir.
De voces que emergen, vivencias directas, detrás de cada rostro una historia, mi tiempo en la distancia, memoria de la tierra, sonidos de la infancia cuando por las noches rodeando el brasero, desgranando maíz a la luz de una lámpara a kerosene escuchaba historias con sombras de pájaros en las paredes.