sábado, 21 de agosto de 2010

NOCHES


Una vida está echa de muchas noches, a veces son quietas, como un suspiro donde el miedo se hace grito, de encanto, de locura, de silencios ocultos, con mentiras clavadas en el pecho quemando como fuego, sintiendo un nuevo dolor en el cuerpo.


Algunas noches son deleites finos, de sueños y literatura, lecturas a la luz de una lámpara.


Un derecho de carne, olor a vino agrio y zebo, noches de sábanas mojadas compartiendo pasión, noches de palabras ausentes donde un río de sangre y tres llantos amados iluminan mis noches llorando nostalgias, una espina en el alma estremece las sombras.


La vida te dá y la vida te quita. Ya no enloquece la pasión, sólo el dolor es locura.


Noches de insomnio soñando despierta con el sentimiento a flor de piel, en carne viva inventando felicidad, imaginación de momentos con pasado y futúro, inocencia y encanto, alejando las burlas, tentando al amor, donde el alma se quiebra con la fría pasión que no sabe de almas que igual a las flores, deben ser tratadas con suavidad y ternura.


Noches tibias con tu pecho prestado, con tu cuerpo apretado y el abrazo caliente de tus brazos apretando, mi confianza era ciega sin saber de mentiras y en el rincón de mi almohada con dudas y certezas, un corazón destrozado sintió el frío de dos.


Esperar, palabra dura y un duro arte. Esperar es morir de a poco. Esperar de noche. Esperar una palabra, una caricia, un beso, un regreso al fin, que difícil es esperar desde una ventana mirando el camino que se pierde en el infinito, pero , más doloroso que la espera es que nadie te espere..


A mi lado la luz fluye imágenes descuidando infiernos, son mis noches, emoción y agonía, lápiceras, biromes que se gastan y renuevan chispeando colores de mi vida en papeles, acumulan historias, realidad, fantasías resumidas en renglones de palabras, poemas, compañía en mis noches, son mis libros, una pila que baja y vuelve a subir.-




Cristina Mix